El empresario genuino y el "empresaurio".

 El empresario genuino y el "empresaurio"*

El empresario genuino es aquel que proporciona a sus clientes bienes y servicios a precios competitivos; en calidad, cantidad, pesos, medidas y en el tiempo apropiado. El empresario genuino está dispuesto a competir sanamente, cumpliendo las leyes, disposiciones aplicables y los contratos suscritos.  

El empresario genuino no busca ventajas competitivas mediante prácticas de tipo “picaporte” (empresario prebendario) coludiéndose con políticos para que le emitan leyes a su medida o favoreciéndolos con privilegios, como aranceles especiales o tasas, contribuciones e impuesto a la medida o para sectores que ellos consideran que deben ser especialmente tratados; sin considerar los efectos de esas medidas en la totalidad de empresarios en una jurisdicción o el impacto a largo plazo de dichas medidas.

Un empresario genuino no busca la competencia desleal, los acuerdos “bajo la mesa” y menos, la disminución del pago de los impuestos que le corresponden utilizando medidas y prácticas de “planeación fiscal” que generen un impacto tributario a su favor. Pagan los impuestos que les corresponden en tiempo y forma.

Los empresarios genuinos necesitan un entorno económico estable, con leyes claras y aplicables a todo el conglomerado sin privilegios. Leyes claras y estables que permitan la predictibilidad. Necesitan un “Estado de Derecho”, que establezca claramente el respeto a la vida, la ley, los contratos y la propiedad privada.

Lamentablemente, en una jurisdicción o país no sólo actúan empresarios genuinos. Existen ciertas prácticas que, al menos, deberían ser revisadas, como por ejemplo las citadas a continuación:

1- Servicios telefónicos en los que algunas "empresas", cuando sus clientes caen en mora (unos cuantos días después del corte de factura y no hay pago oportuno), suspenden el servicio a los clientes y no se los reconectan sino hasta que estos pagan; pero ya le han cargado la cuenta con una penalización por mora. Pregunto: si hay un cargo, ¿por qué suspender el servicio hasta el pago?, acaso no debería ser solamente una de las dos penalidades: o le hacen un cargo por mora o le suspenden el servicio, pero no ambas. Estos cargos de penalizaciones por mora, si los anualizáramos, con seguridad tendremos una tasa de interés superior a las tasas de interés comerciales aceptables.

2- Caso similar sucede con las “empresas” que prestan servicios de energía eléctrica. Cuando un cliente se atrasa en dos pagos consecutivos, le cortan la energía y le hacen un cargo por “reconexión” del servicio. Acaso no debería ser lo justo que o sólo le hagan un cargo o le suspendan el servicio, pero no ambas. Este cargo al anualizarlo, también da como resultado una tasa superior a la que un empresario genuino, en competencia libre, aplicaría a sus clientes.

3- "Empresas" vendedoras de vehículos automotores que mantienen como prácticas comerciales de dicha actividad y así se plasma en los contratos, que el cliente comprador de vehículos tendrá que pagar cuotas de GPS, cargos por seguros, intereses normales, intereses por mora (en caso de atraso), etc. En este tipo de negocios, generalmente la tasa de interés es superior a lo que usualmente pagan por préstamos personales en el sistema financiero. De este tipo de prácticas, uno puede preguntarse: a. ¿Cuál será la tasa de interés real efectiva de estos tipos de crédito?; b. ¿No será una tasa de interés real efectiva muy superior a la tasa de interés normal suscrita? ; c. ¿Por qué razón los cargos por seguros se mantienen fijas durante todo el plazo del contrato?; d. Dado que el saldo del crédito, el valor de mercado del vehículo adquirido y el riesgo va bajando por los pagos efectuados y por el uso y la acción del tiempo, ¿por qué razón se mantiene el mismo cargo por seguro durante todo el plazo?

El empresario genuino desarrolla prácticas comerciales y de negocio inteligentes, novedosas e innovadoras; siempre competitivas, tratando de satisfacer al cliente, no aprovecharse del cliente. Este tipo de empresario es el que tiene éxito a largo plazo.

¿Y el “empresaurio”?, este es aquel que hace todo lo contrario del empresario genuino y, lamentablemente, en todos los países existen  estos “empresaurios”. Un país no se desarrolla con "empresarios" de este tipo; ya que, una característica de los países desarrollados es que cuentan con una base sólida de empresarios genuinos. Afortunadamente en nuestro país, la mayoría son empresarios genuinos, que quieren un país desarrollado, lo que conlleva empresas exitosas y rentables, con clientes satisfechos.

¿Cómo se califica usted?, espero que como empresario genuino. 

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*por Mario Echeverría